Busco esas representaciones en las que las cosas parecían ir bien; instantáneas mundanas, sin más, se hacían eco de los buenos momentos. Hoy no reconozco los rostros pixelados, otros seres ocuparon las figuras queridas.
Los trenes pasan. Demasiado a menudo, la vida te da bofetadas para las que no nos prepararon.
Hoy mi reflejo se muestra desdibujado. El espejo me devuelve una figura extraña, sin rostro, incapaz de revelar mi propio ser.
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