Se me olvidó el motivo y el fin, me despisté en el camino.
La desorientación me produce mareos y no quiero vomitar. Debería centrar mi atención en un punto fijo e intentar relajarme, pero te mueves demasiado.
Me colé en este barco, de polizón, sin billete; pronto me descubrirán y tendré que saltar por la borda. Dejaré mis manos aquí, amarradas a la barandilla, por si quisieras dejar de oscilar acercándote y alejándote; así podré recoger tus restos esparcidos por la cubierta y fabricarte de nuevo, como en un bonito sueño.
1 comentario:
Solo los sueños pueden ser bonitos.
Y tus ojos y los sueños.Y los sueños y tus ojos.
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