esa sensación de paz, de plenitud.
Caminar sobre el agua es una fenomenal terapia,
te concentras en tu reflejo,
que se une al reflejo del paisaje;
todo al revés, dado la vuelta,
todo ha girado y entras en otra dimensión.
Cuando los dos polos se unen,
resulta que te sorprendes caminando por el cielo;
puedes sentir la ligereza de tus pies,
tus piernas como colgando,
los brazos dirigen tu rumbo
y las manos rozan las millones de partículas subatómicas
que se extienden por todo el universo.
Ya no soy Mery, ni una chica, ni siquiera una humana;
de repente las barreras desaparecen,
nada empieza ni termina,
se pierden el tiempo y la distancia,
el individuo se convierte en fotones
y todo se hace uno,
y uno se hace todo.
3 comentarios:
Pues parece que mi hemisferio derecho no funciona muy bién que digamos....¿o es al revés?.
Muy interesante.Me ha gustado.
¿Cuándo vuelves?
Yo tambien quiero fumar de eso!!!
me encanta tu blog, yo necesito un AMIGO, como vos, te espero...
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